lunes, 7 de mayo de 2012


LOS PRIMEROS AÑOS DEL 911

En el año de 1963 fue expuesto el primer modelo 911 abierto para el público en el salón del motor de Fráncfort, a la expectativa de su duración en el tiempo. Este primer ejemplar fue diseñado por el hijo mayor del fundador de la marca (Ferdinand Alexander Porsche). Este fue nombrado el modelo 901, lo que condujo  a la discusión con los dueños de Peugeot, ya que uno de sus carros llevaban ese número, lo que llevó a Ferdinand a cambiarlo para 911. La sencilla forma del nuevo coche revelaba la influencia del 356 en cuanto a su estilo y calidad, pero este fue solo el inicio del cambio. Ferdinand había fijado una estricta serie de consideraciones que detallaban al equipo de diseño con claridad qué mejoras había que realizar y dónde. Este nuevo modelo tenía que ser más potente, ofrecer mejores prestaciones, mayores niveles de refinamiento y comodidad y no menos importante, era necesario reformar el espacio en el habitáculo y en el baúl, que a opinión personal, fue el momento en el que Ferrari, por ejemplo, salió adelante es sus diseños de solamente dos pasajeros. Esto se debe a que el fundador tenía familia y este influyó en el diseño de desplazar el motor más hacia atrás y lograr acoplar dos sillas más en la parte de atrás para poder llevar a, en este casos, sus hijos atrás del vehículo. Al ser el 911 un carro con especificaciones de motor boxer (cilindros opuestos horizontalmente) de seis cilindros, y tracción trasera y el motor ubicado en la parte de atrás, era mucho más complejo lograr una maniobrabilidad sencilla, lo cual llevó a tener que crecer la distancia entre los ejes más de 15 centímetros, lo que trajo como consecuencia mayor estabilidad en el coche.
Para este primer ejemplar, equipaba un nuevo motor de 2 litros con 6 cilindros boxer, construido casi todo en aluminio, para reducir el peso que debía soportar el eje trasero. Este motor había sido desarrollado con tecnología obtenida en competición, e incluía un sistema de Carter seco y un árbol de levas en cabeza para cada grupo de cilindros; a su vez, el motor se conectaba a una nueva transmisión manual de 5 velocidades con caja alpina, con la primera marcha localizada a la izquierda abajo. El rendimiento del motor para su época era supremamente avanzado, logrando un desempeño de 130 caballos de potencia a las ruedas, con una velocidad máxima de 210 kilómetros por hora y un empuje de 0 a 100 Km/h en solo 8.5 segundos.
El 911 también recibió una nueva suspensión. En la parte frontal se instalaron triángulos MacPherson (suspensión que revolucionó el campo de la suspensión en buena parte del mundo para carros deportivos o de alta gama), que no solo dejaban ahorrar buen espacio en el baúl, sino también los gomosos del golf podían guardar su talega en el mismo. Con dicha suspensión, lograban desarrollar un carro confiable, tanto que el piloto más inexperto en el tema, podía manejar el carro sin problema, ya que la respuesta del carro era inmediata logrando “ayudarlo”. Este coche también incluía una nueva dirección de tipo cremallera y piñón, frenos de disco en las cuatro ruedas y llantas mucho más anchas para tener mayor estabilidad en curvas.
Con 3 años de vida del modelo 911, el grupo de diseñadores se vio obligado a hacerle varias mejoras, subiendo su potencia en el motor, sacando el modelo “S”, que consistía en una versión más deportiva del carro, que incluía barras estabilizadoras extras, llantas más anchas y con el cambio del eje de levas, por uno más deportivo, le dio mayor compresión del motor para sacarle más provecho a los carburadores Weber con los que venía a el carro originalmente. Luego de sacar este modelo, se hicieron pequeñas mejoras al carro, pero años más tarde con la publicación de su nuevo ejemplar, el 911 S, fue el momento en el que este tomo vuelo a nivel mundial. Era un carro pequeño, deportivo, atractivo y seguro, que principalmente era lo que buscaba la gente para pasear por su país.

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